LA CRISIS HÍDRICA REDUCE LA PRODUCCIÓN EN ITAIPÚ Y YACYRETÁ
Las hidroeléctricas paraguayas enfrentan una disminución significativa en la generación de energía debido a la bajante de los ríos Paraná y Paraguay, sin poner en riesgo el abastecimiento eléctrico.
La prolongada bajante de los ríos Paraná y Paraguay ha comenzado a tener un impacto directo sobre la generación de energía en las principales hidroeléctricas del país. Centrales como Itaipú, Yacyretá y Acaray, que dependen completamente del caudal hídrico para producir electricidad, han registrado una reducción notable en su capacidad de generación.
El presidente de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), Félix Sosa, informó que, hasta la fecha, Yacyretá y Acaray han reducido su producción en un 30%, mientras que Itaipú ha disminuido su generación en un 20%. Estos porcentajes reflejan la gravedad de la situación, que no solo afecta la navegación y la calidad del agua potable, sino también el suministro eléctrico en Paraguay.
A pesar de esta reducción, Sosa tranquilizó a la población al asegurar que el abastecimiento energético está garantizado. “El embalse de Itaipú se está manejando bien”, explicó, señalando que el nivel de agua se mantiene dentro de parámetros aceptables, a 218,35 metros sobre el nivel del mar. En caso de necesidad, con autorización, podría descender hasta los 216 metros sin comprometer la seguridad operativa.
Las bajantes de los ríos han sido alarmantes en los últimos meses. El río Paraguay, por ejemplo, alcanzó un nivel histórico de -1,30 metros en el Puerto de Asunción, lo que ha generado preocupación sobre una posible crisis hídrica más profunda. Por su parte, el río Paraná, en Ciudad del Este, mantiene una altura de 9,40 metros, muy por debajo de los 30,40 metros registrados el año pasado.
De cara al verano, Sosa advirtió que, aunque se espera un aumento en la demanda energética debido a las altas temperaturas, los cortes de luz seguirán ocurriendo en algunas zonas. Sin embargo, estos cortes irán disminuyendo conforme avancen los trabajos de mantenimiento e infraestructura que ANDE está llevando a cabo.
La situación energética del país, pese a las adversidades causadas por la crisis hídrica, sigue bajo control, con la promesa de mejorar la estabilidad del suministro durante la temporada de mayor consumo.