CAMBIO CLIMÁTICO: IMPACTO EN LA HIBERNACIÓN DEL MONITO DEL MONTE

Con la llegada del gélido y oscuro invierno, un fenómeno asombroso ocurre en la naturaleza, varios animales inician su preparación para la hibernación. Este proceso implica un periodo extenso y profundo de reposo que les facilita la supervivencia en ausencia de alimentos y agua.

La hibernación se distingue por ser un estado más intrincado que el sueño común, involucrando transformaciones significativas en el metabolismo de los animales.

Roberto Nespolo Rossi, investigador del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio) y director del Núcleo Milenio LiLi, mostró un gran interés en profundizar sobre el impacto que el calentamiento global o cambio climático tiene en la supervivencia de los animales hibernantes.

El estudio se enfocó en el monito del monte Dromiciops gliroides, el único mamífero hibernante de Sudamérica, que habita en los bosques templado-lluviosos del sur de Chile y Argentina.

Este mamífero representa la única especie que entra en hibernación en Sudamérica, sin embargo, su impresionante capacidad de adaptación corre riesgo debido al cambio climático.

La investigación en curso tiene como objetivo analizar la función del Dromiciops en la dispersión de plantas nativas. Además, el equipo investigador lleva a cabo un monitoreo ecológico de diferentes poblaciones de este pequeño marsupial para determinar su viabilidad a largo plazo. Según el especialista, las dos especies del Dromiciops se encuentran en una amplia distribución en Chile y Argentina, con poblaciones numerosas en el sur, pero escasas y fragmentadas en el extremo norte.

Alteración en la hibernación

Los avances recientes revelan hallazgos significativos en el estudio. Por ejemplo, los cambios en los patrones estacionales, como los provocados por el cambio climático, amenazan la supervivencia de los animales hibernantes. Además, el aumento de las temperaturas durante el invierno podría causar un despertar temprano de la hibernación, lo que resultaría en una demanda de alimento veinte veces mayor en un periodo donde la disponibilidad es escasa.

Se ha descubierto también una red de regulación genética que posibilita la adaptación de los hibernantes a condiciones ambientales extremas. Durante la hibernación, se regulan genes esenciales para el metabolismo, la termorregulación y la respuesta al estrés, lo que conlleva a un ahorro energético significativo mediante la reducción drástica de la actividad metabólica y la temperatura corporal, según explica Nespolo.

Se ha determinado que los animales hibernantes, sin importar su tamaño, logran un ahorro energético uniforme por gramo de tejido.

Este hallazgo apoya la teoría de un metabolismo mínimo necesario para la supervivencia celular en ambientes fríos y con baja oxigenación.

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