AVANCE SOSTENIBLE: DESARROLLAN PLÁSTICO BIODEGRADABLE CON ESPORAS BACTERIANAS QUE REVOLUCIONA LA GESTIÓN DE RESIDUOS

El problema del plástico radica en su durabilidad y resistencia a la degradación, lo que resulta en una acumulación masiva en el medio ambiente. Los plásticos tardan cientos de años en descomponerse, lo que significa que casi todo el plástico que se ha producido todavía existe de alguna forma, a menudo como desechos en vertederos y océanos.

Estos residuos plásticos representan una amenaza para la vida silvestre, ya que los animales pueden ingerirlos o enredarse en ellos, lo que puede causar lesiones graves o la muerte. Además, los microplásticos, que son fragmentos diminutos de plástico, se han encontrado en el agua potable y en la cadena alimentaria, lo que plantea preocupaciones sobre los posibles efectos en la salud humana.

La producción y eliminación ineficiente de plásticos también contribuyen significativamente al cambio climático debido a las emisiones de gases de efecto invernadero. Por lo tanto, es crucial reducir la producción de plásticos de un solo uso, mejorar los sistemas de reciclaje y desarrollar alternativas sostenibles para mitigar este problema ambiental global.

Nuevo material

Recientemente, han desarrollado un material innovador, un tipo de poliuretano termoplástico biodegradable. Este material, que incorpora bacterias capaces de descomponerse al final de su ciclo de vida, ofrece una alternativa prometedora a los plásticos tradicionales.

Se puede aplicar en productos de uso diario como calzado, alfombras, cojines y colchones, lo que potencialmente reduce el impacto ambiental del desecho de plásticos. Este avance, publicado en Nature Communications, ilustra un paso adelante en la lucha contra la contaminación por plástico, mostrando que la ciencia y la innovación pueden jugar un papel crucial en la resolución de problemas ambientales.

Investigadores como Jon Pokorski buscan soluciones innovadoras, como el uso de esporas bacterianas de Bacillus subtilis para crear plásticos biodegradables. Estas esporas permanecen inactivas durante la vida útil del producto y, una vez que el plástico se desecha, las esporas se activan para descomponer el material. Este proceso contrasta con las esporas de hongos, que no tienen la misma capacidad de resistencia a condiciones extremas.

La elección de Bacillus subtilis resultó de un meticuloso proceso de selección, donde se evaluó la eficacia de diferentes cepas. La capacidad de estas esporas para soportar altas temperaturas y su posterior activación para la biodegradación representan un avance significativo en la lucha contra la contaminación por plásticos.

Reaccion al Compost

Los científicos sugieren sumergir el plástico desechado en compost natural. Este método no requiere microbios adicionales, ya que el compost proporciona las condiciones ideales, como una temperatura de 37 grados y una humedad relativa del 44 al 55%, para que las esporas bacterianas presentes germinen.

Estas esporas, al entrar en contacto con los nutrientes del compost, inician un proceso de descomposición que puede degradar casi el 90% del plástico en tan solo cinco meses. Según Pokorski, esta capacidad de descomposición es una característica inherente de las bacterias, lo que indica un avance significativo en la gestión de residuos plásticos y ofrece una esperanza para mitigar el impacto ambiental del plástico.

Siguen los estudios

Cuando el plástico se descompone, no desaparece por completo; deja residuos diminutos que pueden persistir en el entorno. Estos residuos, aunque más pequeños que los desechos plásticos visibles, representan una preocupación para los investigadores. Actualmente, los científicos examinan si estos residuos minúsculos representan un riesgo para la salud o el medio ambiente.

Aunque las esporas de Bacillus subtilis, que a menudo quedan como residuo, se utilizan en probióticos y se consideran seguras, es crucial determinar si su presencia en el medio ambiente tiene efectos negativos. La seguridad de estos residuos aún está bajo investigación, lo que subraya la necesidad de comprender completamente el impacto del plástico en nuestro planeta.

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