ALTURA Y DESAFÍOS: LA VITICULTURA ANDINA FRENTE AL CAMBIO CLIMATICO
En Chile, la extensión de los veranos representa un desafío significativo para los viticultores, quienes se enfrentan a la variabilidad del agua proveniente del deshielo andino y al impacto del calor en la calidad de la uva.
La dependencia del deshielo para el riego de los viñedos se ha vuelto un factor de riesgo debido a la imprevisibilidad de este recurso hídrico. Además, el aumento de las temperaturas durante los periodos de crecimiento y maduración de la uva puede alterar su composición, afectando directamente la calidad del vino producido.
Disminución en vinos
La industria vitivinícola chilena ha experimentado una disminución en la producción de vinos, con una caída registrada en cuatro de los últimos cinco años. Este descenso no solo afecta a Chile, sino que es un fenómeno observado en toda la región latinoamericana, donde la reducción de la producción vitivinícola representa un tercio de la disminución global durante el año 2023.
Una de las estrategias consideradas para mitigar los efectos del cambio climático en la viticultura es el traslado de los viñedos a zonas más altas de los Andes. Esta medida podría ofrecer un alivio frente al calor excesivo; sin embargo, también conlleva la exposición a otros riesgos naturales como granizadas, deslizamientos de tierra e inundaciones repentinas, que podrían comprometer la viabilidad de los cultivos.
Las proyecciones climáticas para Chile indican un incremento promedio de la temperatura de 1°C hasta el 2030, y de hasta 4°C hacia finales de siglo, con una disminución de las precipitaciones de entre 5% y 15% para el año 2030 en la zona central del país. Estos cambios climáticos afectan directamente la fisiología de la vid, acortando las etapas fenológicas y alterando los tiempos de maduración y cosecha. Los veranos de 2016-2017, por ejemplo, resultaron en bayas y racimos de menor tamaño, lo que se tradujo en una baja en la producción.
El sector vitivinícola en Chile
El sector vitivinícola es de gran importancia económica para Chile, siendo un destacado productor y exportador de uvas y vinos. La producción se concentra principalmente en el Valle Central, que abarca desde la región Metropolitana hasta el Maule, incluyendo subregiones como los valles de Maipo, Rapel, Curicó y Maule. La adaptación al cambio climático es, por tanto, crucial para asegurar la sustentabilidad y calidad de la viticultura chilena.
Posibles soluciones
Para enfrentar estos desafíos, se han propuesto soluciones agronómicas que buscan adaptar la viticultura al calentamiento global. Estas incluyen la implementación de sistemas de cámaras de techo abierto (OTC) para evaluar el impacto del aumento de temperatura en viñedos comerciales y la búsqueda de alternativas de cultivo con bajos costos y mano de obra asequible. La adaptación al cambio climático en la industria vitivinícola es un tema de investigación relevante a nivel mundial, y Chile no es la excepción en la búsqueda de estrategias para asegurar la continuidad de esta tradicional actividad