Inminente extinción de los glaciares en Colombia: la reducción alcanzó el 90 %
El derretimiento acelerado, intensificado por el fenómeno de El Niño, ha llevado a la desaparición del glaciar Conejeras en el Nevado Santa Isabel.
Colombia se enfrenta a una alarmante crisis ambiental debido a la acelerada reducción de sus glaciares. Según datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la pérdida de estas masas de hielo ha alcanzado el 90 %, y su desaparición total parece inevitable en los próximos años. Actualmente, el país cuenta con solo seis glaciares, los cuales están en constante monitoreo por parte de las autoridades.
El fenómeno de El Niño ha sido uno de los principales factores que han intensificado este proceso de deshielo. En 2024, las altas temperaturas y la falta de precipitaciones contribuyeron a la extinción del glaciar Conejeras, ubicado en el Nevado Santa Isabel. Este evento marca un hito en la crisis climática del país y pone en evidencia la fragilidad de estos ecosistemas frente al cambio climático.
Los expertos advierten que, de continuar con esta tendencia, en pocas décadas Colombia dejará de tener glaciares. Además de la pérdida ambiental, esta situación traerá graves consecuencias para los ecosistemas que dependen del agua proveniente de los nevados, afectando el abastecimiento hídrico de comunidades y generando impactos en la biodiversidad.
Las autoridades ambientales han enfatizado la necesidad de tomar medidas urgentes para mitigar los efectos del cambio climático. Entre ellas, se destaca la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la conservación de páramos y bosques, y la promoción de prácticas sostenibles en sectores industriales y agrícolas. Sin embargo, los avances en esta materia han sido limitados, lo que agrava aún más la situación.
El Día Mundial de los Glaciares, celebrado cada 21 de marzo, es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de estos ecosistemas y la urgencia de acciones concretas para su conservación. Sin embargo, el panorama en Colombia es desalentador y exige un compromiso firme tanto del gobierno como de la sociedad para enfrentar esta crisis ambiental sin precedentes.