¿EL PARAGUAY ESTÁ LISTO PARA LAS OLAS DE CALOR QUE VIENEN?

Los últimos días del verano paraguayo han traído una nueva ola de calor a Paraguay, y también a la región, mostrándonos que aquellos calores extremos que solían ser ocasionales se vuelven más recurrentes cada año.

Al respecto, la Dirección de Meteorología ha emitido nuevamente alertas con pronósticos de jornadas sofocantes y con temperaturas que superan los 40 °C, en gran parte del territorio paraguayo.

Estas intensas olas de calor se intensifican en ciertas regiones, causando problemas de salud y preocupación en la población, que además sufre cortes de energía eléctrica por el uso de cada vez más energía para vivir en condiciones dignas.

Los pronosticadores incluso han advertido que las sensaciones térmicas podrían llegar a 50°C algunos días, lo que representa un alto riesgo para la salud y seguridad de las personas. Es importante mencionar que estas olas de calor no son solo de nuestro país, ya que se enmarcan dentro de un contexto más amplio de cambio climático que viene afectando a Paraguay y a todo el planeta en los últimos años.

El año pasado, el diario Ultima Hora publicaba que, según datos de la Dirección de Meteorología e Hidrología, desde el 2020, Paraguay ha experimentado un aumento constante en las temperaturas, rompiendo récords históricos y diarios de más de 100 años. Este incremento en las temperaturas se ha vuelto más evidente en los últimos cuatro años, con la recurrencia de eventos extremos que se prevé sean cada vez más frecuentes.

El cambio climático global es el principal impulsor de estos fenómenos, con un aumento promedio de entre 1,3 y 1,4 grados Celsius en la temperatura global desde el siglo XIX, según expertos internacionales. Esta tendencia se ve reflejada en la región, donde las olas de calor se han vuelto más frecuentes y severas en la última década.

Si bien el Paraguay todavía cuenta con una importante cobertura vegetal y arbórea, la constante degradación de los ecosistemas y la deforestación son factores que han empeorado los efectos del cambio climático en Paraguay y la región.

La pérdida de cobertura forestal ha contribuido al aumento de las temperaturas y la disminución de la biodiversidad, agravando la vulnerabilidad de las comunidades ante eventos climáticos extremos y subiendo la sensación térmica a niveles insoportables.

Ante esta nueva “normalidad” de extremos calores, es necesario que trabajemos desde todos los sectores y con todos los actores para mitigar los impactos del cambio climático y adaptarnos a las condiciones climáticas cambiantes.

Paraguay tiene incluso la gran oportunidad de mantener su cobertura de bosques en la región occidental e inclusive incrementarla en la región oriental, aprovechando los beneficios impositivos y de los mercados de carbono.

Además, es fundamental fortalecer la institucionalidad ambiental para que se puedan aplicar efectivamente las medidas de protección ambiental y conservación de los bosques y las disposiciones legales que ya tenemos en vigencia.

La protección de los ecosistemas naturales no solo contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también ayuda a mantener la resiliencia de los ecosistemas frente a eventos extremos como estas olas de calor, de hecho, reduce considerablemente la sensación térmica, esto es muy notable en las ciudades.

Paraguay, manteniendo su política de desarrollo, puede trabajar en adaptación, siguiendo las recomendaciones de los científicos y teniendo en cuenta los informes de las Organizaciones internacionales como el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que ha destacado la urgencia de tomar medidas para limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales.

Si bien no podemos incidir en la temperatura global que aumenta, sí debemos adaptarnos y ser más resientes, ese es el desafío del Paraguay para los próximos años.

 

 

 

 

En este contexto de cambio climático, la necesidad de adaptar la construcción y arquitectura de las viviendas y edificios en Paraguay es clave. Este país, ya por estar ubicado en una región tropical y subtropical, enfrenta grandes desafíos debido a las altas temperaturas que se experimentan durante gran parte del año. Estas condiciones climáticas extremas no solo afectan la salud y el medio ambiente, sino que impactan en el confort y el bienestar de los habitantes.

Una de las razones fundamentales para adaptar la construcción y la arquitectura a estas altas temperaturas es garantizar la habitabilidad de los espacios interiores. Las viviendas y edificios tradicionales pueden volverse sofocantes y poco confortables durante los períodos de calor intenso.

Asimismo, las altas temperaturas pueden contribuir al aumento del consumo de energía, ya que los sistemas de refrigeración deben funcionar todo el día, esto no solo aumenta los costos operativos, sino que también agrava la demanda de energía. Recordemos que, a pesar de contar con una considerable cantidad de energía, todavía carecemos de un sistema adecuado de transmisión y distribución por una histórica falta de inversión.

Una visión de futuro para la construcción y arquitectura en Paraguay debe incluir la implementación de prácticas y tecnologías innovadoras que promuevan la sustentabilidad y la resiliencia climática. Esto podría incluir el uso de materiales de construcción con propiedades térmicas mejoradas, técnicas de diseño pasivo que maximicen la ventilación natural y la sombra, especialmente con el uso de vegetación integrada como parte del diseño tanto de las ciudades como de las residencias, para mitigar el efecto de isla de calor y mejorar la calidad de vida de la gente.

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