La Comisión Ballenera Internacional decide esta semana si abre la puerta al levantamiento de la moratoria que desde hace cuatro décadas prohíbe, al menos sobre el papel, la caza de ballenas.
Se espera que entre este martes y miércoles se vote una propuesta para reactivar un sistema que calcule límites de «capturas sostenibles» para la caza comercial de ballenas, durante la reunión que la Comisión Ballenera Internacional celebra hasta el viernes en la ciudad de Portoroz, en Eslovenia.
Si esa propuesta sale adelante, se activaría un proceso que podría acabar con la moratoria «tarde o temprano», advierte a EFE Sandra Altherr, de la ONG alemana Pro Wildlife, y que está siguiendo la conferencia de la Comisión.
Desde 1985 se han capturado por motivos comerciales unas 28.000 de estos animales, más otras 12.000 de la cuota para comunidades aborígenes, dependientes de esa actividad, de regiones como Alaska o Groenlandia, según datos de la Comisión.
Ante esas cifras, Altherr afirma que, sin la moratoria, la situación de las ballenas en la actualidad sería mucho más dramática.
En 1994 se estableció un sistema para calcular límites sostenibles de capturas, que nunca llegó a aplicarse ante la falta de acuerdo sobre un mecanismo de control, que es lo que la propuesta actual quiere reactivar.