La última luna llena tuvo lugar el 3 de julio y nos dejó imágenes fascinantes. Además, días antes o después, los amantes del plenilunio todavía pueden disfrutar de su luz.
El pasado 3 de julio, los amantes de la Luna llena tuvieron que alargar sus horas de vigilia, o interrumpir su sueño, para poder observar la superluna. Conocida popularmente como “la Luna de Ciervo” aunque su nombre varía según la cultura, esta fue una de las más grandes del año: el satélite estuvo muy próximo a la Tierra en su órbita alrededor de nuestro planeta.
Son muchas las civilizaciones que, históricamente, han venerado a la Luna, especialmente cuando está llena. Así lo hacían las tribus amerindias originarias de América del Norte, que atribuían un nombre especial para cada una de ellas; algo que se ha mantenido hasta el día de hoy. Así, el mes pasado pudimos ver la Luna de Fresa, este vimos la de Ciervo, el 1 de agosto llegará la de Esturión, que también será una superluna.
¿CUÁNDO Y CÓMO SE VIO LA LUNA DE CIERVO?
La cita con la luna llena empezó en España a las 13:38, hora peninsular. A partir de entonces, el satélite se elevó sobre el horizonte coincidiendo con el atardecer, y permaneció en el firmamento hasta el amanecer. Pero la de este mes fue distinta al resto, porque casi alcanzó el perigeo, lo más cerca que la Luna llega a la Tierra en su órbita elíptica; algo que resulta en un tamaño aparente de disco lunar ligeramente mayor de lo usual.
Cabe destacar que, de forma opuesta a las ‘superlunas’ como la de Ciervo, también existen las ‘minilunas’: aquellas que coinciden con el apogeo, el punto más lejano de la órbita del satélite alrededor de la Tierra.
Para observar el satélite en la oscuridad de la noche no hizo falta demasiado: solo sentarse en un sitio alejado de la contaminación lumínica de la ciudad. El espectáculo lo puso la Luna y pudo verse en muchos países a distintas horas:
En México, a las 5:38
En Colombia, a las 6:38
En Argentina, a las 8:38